03 abril, 2008

al sur del sur

Si aprendí algo en Efe es a ser (muy) breve, así que no me enrollaré demasiado con detalles del viaje. De hecho, no necesito mucho más que decir IMPRESIONANTE y remitiros a las fotos, que están en el espacio, pero haremos un esfuerzo ya que intentamos dedicarnos al arduo oficio de escribir.
Comenzando por el comienzo, lo primero que me impactó fue el vuelo desde Buenos Aires a El Calafate (suroeste, a unos 2.000 km de la capital). Fueron horas sobrevolando extensiones de...nada. Los cursis dirían de la nada más absoluta, pero la nada no puede ser absoluta o relativa así que yo no lo digo. Aunque si tuviera que emplear esta expresión en alguna ocasión, sin duda lo haría para describir el paisaje desolador e isolador de la mayor parte de la Patagonia argentina: la nada más absoluta.

El Calafate: glaciares.
DÍA 1: Vuelo a El Calafate y tarde libre en el pueblo.
DÍA 2: Navegación por el glaciar Perito Moreno. Paseo por las pasarelas frente al glaciar con vistas panorámicas.
DÍA 3: Navegación por el Lago Argentino. Descenso en el valle frente al glaciar Onelli y navegación frente a los glaciares Upsala y Spegazzini.
El Calafate es un pueblito del que impresiona precisamente que alguien pueda vivir en medio de toda esa nada. Ni siquiera Internet llega bien pero...cómo iban a cruzar los muñequitos del messenger tantas hectáreas de matorral y tierra?? Al final tuvimos hasta nuestro pequeño rincón en el restaurante La Vaca Atada, donde las tres noches nos atendió el mismo camarero argentino con mucha pachorra pero simpático (creo que quería ligar con mi madre).
Los calafateños tienen la suerte de encontrarse a 80 kilómetros de los glaciares, que son un lugar de ensueño, por muy cursi-waltdisney que suene, porque lo cierto es que ver aparecer el glaciar Perito Moreno -el más famoso- tras girar una bahía o navegar entre témpanos de hielo azul eléctrico es casi como un sueño surrealista. El hielo no es azulado, o un poco azul, es totalmente azul, que es el único color que no absorbe la luz del sol. Y el agua es turquesa, de un turquesa lechoso cuando está nublado y brillante cuando hace sol. Un paisaje difícil de imaginar.
Yo, que no soy muy de naturaleza, me quedé totalmente impresionada. No se puede describir la sensación de ser parte de algo tan grande...o de navegar hacia los glaciares en la proa del catamarán con el gorro calado y la bufanda y sintiendo el viento por la rendija que queda al descubierto... Porque en la navegación nos hizo un día fantástico: incluso tomamos el sol en el barco! Entre tanto, mi madre y yo nos dedicamos a perseguir por el barco a un francés guapísimo pa hacerle fotos para Fa y Gema. no todo va aser grandiosidaddd y naturalezaarrr. Al final se coscó y se enfadó un poco!

Ushuaia: los Andes y el fin del mundo.
DÍA 1: Llegada a Ushuaia y tarde libre (lluvia, lluvia, lluvia y documentales del National Geographic).
DÍA 2: Visita al Parque Nacional de Tierra del Fuego con trayecto en el "tren del fin del mundo" // Navegación por el canal de Beagle para ver leones marinos y pingüinos.
DÍA 3: Visita al lago Fagnano, en los Andes, y degustación de cordero patagónico.

Bueeeno a ver. Si digo "Ushuaia es como Cazorla" se me va a escandalizar el palco, así que vamos a intentar explicarlo. El Parque Nacional Tierra de Fuego y los Andes son una maravilla, pero no es nada a lo que no estemos acostumbrados a ver en nuestras Alpujarras o Pirineos -y por ende en Cazorla, le pese a quien le pese-. El paisaje otoñal, con las lengas y los ñires (árboles autóctonos) tiñéndose de rojo, precioso. Los argentinos flipaban en colores, a mi madre y a mí nos gustaba.
De Ushuaia me llevo más curiosidades que sensaciones, la verdad. Es la ciudad más austral del mundo, y tiene su gracia saber que más abajo de donde estás no hay nada...salvo "la nada más absoluta". De ahí mi ilusión al pasar por el llamda "faro del fin del mundo", cuyo verdadero nombre es Les Eclaieurs.
Por eso sería que para conseguir que los argentinos se mudaran allí y reivindicar la soberanía sobre el territorio, pusieron una cárcel cuyos presos pasaban los inviernos recorriendo en un tren al aire libre los montes del parque para talar los árboles cuyos tocones aún se ven por todas partes. Lo contaban con demasiada alegría, la verdad, y a mí se me congelaron los pies como buena empática que soy cuando me imaginaba sus viajes apenas con sus uniformes de preso.
Los ushuaios (fueguinos, en realidad, no sé qué es más gracioso) odian a los castores y los conejos, introducidos desde Europa para comenzar una industria peletera que nunca funcionó y que ahora está alterando el paisaje de la zona.
Por cierto, los leones marinos rugen como los de la selva!
La anécdota naval de Ushuaia fue que en el barco con el que recorrimos el canal de Beagle -que une los océanos Atlántico y Pacífico- se nos sentó al lado un chino de 20 años con los dientes cada uno por su lado y empezó a contarnos que su padle tenía un supelmelcado de complal balato (lo juro, juro que hablaba así), y mi madre, ni corta ni perezosa, le suelta: "anda, si hablas como los chinos, dices balato balato!!". Y el chino se reía con su aparato que es imposible que le arregle los dientes ni en un millón de años, el pobre.
Lo mejor del viaje, además de la gracia de que mi madre vaya de los Apeninos a los Andes como la madre de Marco (os recuerdo que mi hermana vive en Italia, somos una familia internashional), ha sido lo bien que me lo he pasado con ella. Nos hemos reído, hemos hablado del sistema métrico y de los hombres y de la falsa moral, hemos escuchado música en el mp3, hemos hecho 711 fotos entre las dos y en definitiva hemos disfrutado estos seis días al sur del sur.
Por cierto, he colgado unos cuantos vídeos de la navegación de Ushuaia en YouTube. De los glaciares no porque no me acordaba de que la cámara también servía para eso. A ver, no puedo estar en todo! Para verlos buscad "pillary viaje". Recordad que no soy Espílber!

7 comentarios:

Anónimo dijo...

ME A ENCANTADO TU AVENTURA!FLIPO DE PENSARLO.IMAGENES INCREIBLES!
la vida puede ser maravillosa salinas....!!!!jajajajajaj!besito
PIR

MaríaT dijo...

¡¡Qué envidiaaaaa!! Iré, posiblemente para finales de octubre que tengo una visita prometida, jejeje. Ya os pediré instrucciones.
Me llevo tu número de celular y si cuadra mañana o el sábado os llamo.
Besos

Anónimo dijo...

piiiiiiiillllll!!!!!!!! q guay por dior, me han encantao las fotos. Los franceses son muy guapos pero tontunos, eso no falla. La próxima vez pa q no se enfade, le dices q trabajas en la sección de una revista que hace fotos a gente d la calle cn estilo, q ahora está muy d moda.
Esta semana q es feria estoy en cádiz en la playita, así q shámame si quieres a casita. Ailoviu. Ag

La isla de Nabumbu dijo...

He visto las fotos!! no tengo palabras! IMPRESIONANTEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE!!!
mADRE mia lo que me estoy perdiendo! y yo aqi en la puente un sabado a las 2 en mi casa.
que acabo de llegar to cabreá porque emos podio salir de marcha. faltaba un coche o sobraba una persona!!
toy indignaaaaaaaaaaaaaaa!!!
pa esto me pongo los taconessssss!

bueno... que te quieroooooooooooo!

Anónimo dijo...

Qué mala persona! dar envidia de esta manera. Solo decirte que esto es más largo que una previsión...así que recordarte lo que te hubiera dicho el ilustre cuerpo de edición "hazlo más corto, de 60 rayas como mucho". jajajajaja.
Aqui preparando lunares y volantes que el lunes es el alumbrao y ME HE PEDIDO LA SEMANA DE VACACIONES!! :D una que lo vale!!! besos y me ha encantado lo de "de los Apeninos a los Andes" jajajaja

Anónimo dijo...

Soy Andrea que se me ha olvidado ponerlo...

Yo voy dijo...

Hola Pilar! Soy Gorka, seguro que ya ni te acuerdas!..Pues nada, me he levantado un instante de mi sitio para visitar el lavabo y saludar al guardian del retrete Chicano y fijate tú lo que me he encontrado...un video patagónico de la Piluky! Pues nada, que me alegro de verte y de que las cosas te vayan bien..te mando un beso y otro de Juanito Documents. Ciao