24 abril, 2008

iguazú

Cuenta la leyenda que hace muchos años habitaba las aguas del río Iguazú una enorme serpiente llamada Boi, a la que los guaraníes le sacrificaban una bella doncella al año. En una ocasión, el príncipe Tarobá se enamoró de la doncella que iba a ser sacrificada, de nombre Naipí, y decidió raptarla con su canoa. Pero Boi se enteró de esto y se puso furiosa, y su furia fue tal que encorvando su lomo partió el curso del río formando las cataratas y atrapando a los amantes. A él lo transformó en los árboles que hay en la parte superior de las cataratas, y a la cabellera de Naipí en la caída del agua. Luego se sumergió en la Garganta del Diablo, y desde ahí vigila que los amantes no vuelvan a unirse. Pero, sin embargo, en días de pleno sol, el arco iris supera el poder de Boi y los une.
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Sobrevivimos al humo, al agua, a la fiebre amarilla, al frío, al hambre y a los aviones cancelados!
Las 17 horas de autobús se convirtieron en 21, ya que el humo provocó un accidente en la ruta y tuvimos que estar paradas -incluso nos bajamos del bus a echar algún cigarrillo- durante cuatro horas más o menos. Pero llegamos!
Las cataratas están en una provincia situada en el noreste argentino que limita con Brasil y Paraguay y se llama Misiones, y precisamente es así, como te imaginas que eran las antiguas misiones de cuando venían a "civilizar" a los indios y enseñarles la moral cristiana amén. La tierra es roja y todo está lleno de vegetación, selva húmeda se llama, y las casas son así bajitas de caña y madera. Brasileros y argentinos conviven en Puerto Iguazú, pero todos igual de pesaos! Madre mía, si el sábado íbamos a salir y se quedaron esperándonos cinco o seis espontáneos! Nos traemos nuevos piropos: "coisa gustoisa", avión (?) y faroles. Ea, así de bonicas que somos la Cary y yo!
De las cataratas qué os voy a decir...una pasada. Es increíble la diversidad de este país y que pueda acumular espectáculos tan impresionantes. Te puedes quedar horas mirando al agua caer mientras la tromba te aturde los oídos pero sin embargo no molesta. El día del lado argentino fuimos por medio de la selva en un 4x4 y luego en una lancha por el río Iguazú, y luego...directamente debajo de la catarata! Todo el mundo salió casi seco gracias a sus impermeables, menos claro, la pobre Pil, que se tuvo que despelotar delante del todo el mundo a la salida para quitarse la ropa empapada y ponerse la que Cary, previsora ella, llevaba de repuesto. La broma me costó perder mis zapatillas, que se quedaron al pie de alguna catarata, y también mi pantalón, que llegó al hostel pero lo dejé tendido fuera de la habitación y me lo robaron. Hijos de puta! Ahora que yo me quedé mas arbusto con una nota que dejé en el hueco donde estaba mi pantalón, que decía: "El que me haya robado es un pantalón es un cabrón, y la vida se lo devolverá (seguramente le quedan muchos hostels a donde ir). Gracias por no saber convivir". Y luego abajo lo puse en en inglés, por si era guiri, hombre ya!
El lugar más espectacular, sin duda, es la Garganta del Diablo, que tuvimos la suerte de ver de noche bajo la luna llena, una excursión que sólo se realiza cinco veces al mes y que nos tocó a nosotras sin planearlo ni ná (una que tiene una estrella en el culo). Me quedé como veinte minutos apoyada en la barandilla mirando el agua. Primero simplemente miraba. Luego pensé toda esa agua cayendo del río a lo que parecía la nada, porque con el vapor que crea no se ve más que una espesa bruma debajo, me recordaba a esas imágenes que hacían los antiguos del mundo cuando creían que era plano: exactamente así es como me imaginaba cómo creían ellos que serían los límites de la Tierra. Luego me di cuenta de que si miraba de una manera determinada, en vez de agua cayendo, parecían trozos de nube que se acercaban hacia ti a toda prisa. Luego pensé cómo es posible que sea un sitio popular entre los suicidas, porque mucha gente va a Iguazú expresamente para eso. Un amigo poeta maldito o algo así me dijo que cuando fue a las cataratas le dieron ganas de tirarse para participar en el espectáculo, pero yo me horroricé sólo de imaginarlo, porque eso tiene que ser igual que caer directo al infierno.
Fueraparte de todo, nos lo hemos pasado genial, a pesar de que nos tuvimos que volver antes porque nos enteramos el último día, así de casualidad, de que habían cancelado todos los vuelos de y a Buenos Aires por el humo (yes, Argentina is asín). Y a pesar de algún cabreo espontáneo con un puñetero camarero al que pedimos, muertas de hambre, dos pizzas NORMALES, pero se presentó en la mesa con dos pequeñas porque ea, las niñas no comen tanto! Casi lo ahorco ahí mismo si no fuerz porque me tiré a la ínfima y ridícula pizza muertaca de hambre.

Y aquí estamos: esta es nuestra foto de "Sobrevivimos a las cataratas!!"

17 abril, 2008

nos vamos de londaires


Bueno, cuántas cosas! Desde mi poco exitoso post campestre (venga! sólo 3 comentarios?) me he peleado con mi casera y casi me mudo pero al final no, he perseguido a la antorcha olímpica montada en un bus sin techo, cámara en mano, cagándome en los muertos del conductor que cada vez que tenía un plano bueno arrancaba, mientras otros 30 periodistas argentinos lo más bonito que le decían era "boludo" y "la concha de tu madre", y he recibido una nueva visita! Desde el viernes Cary, o como diría Marta-memoria-de-elefante (acabo de descubrir en el tuenti que es capaz de recordar hasta el color de las bragas que llevábamos en cada una de las salidas de la facultad), "la Cary", está en tierras argentinas. Nos hemos pegado unos cuantos paseos por la ciudad y una buena juerga, y nos lo estamos pasando muy bien, la verdad. A todo el mundo le cuento que vamos a la misma clase desde que tenemos 3 años, sí sí, desde el colegio hasta la facultad, que estábamos juntas en Sevilla, y que las dos somos de Jaén, aunque Cary cuando fue al banco Nación a cambiar euros dijo que era de Andalucía, toma ya. Con chicas como esta no sé cómo el PA se pega esos batacazos!
Mañana nos vamos a Iguazú a ver las cataratas, o eso pretendemos! El viaje ya se plantea como aventura antes incluso de empezarlo, básicamente porque:
1) Ayer, justo antes de reservar el bus de ida -17 horas-, el hostel y el avión de vuelta -basta, no vamos a hacer más kilómetros que el baúl de la Piquer-, caí en la cuenta de que vaya! no nos hemos vacunado contra la fiebre amarilla! Hubo un pequeño brote de epidemia al principios de año, y se supone que ya está controlado pero aún así siguen recomendando la vacuna. Pero resulta que para que sea efectiva tienes que ponértela 10 días antes, así que nada, que vamos en plan aventureras a la selva, y si nos pica algún mosquito chungo volveremos como Marge y Lisa Simpson y ya está, así en las presentaciones de las películas en vez de poner a gente disfrazada con caretas vamos nosotras y nos hacemos famosas y os morís todos de envidia, ea.
2) No sé quién puñetas de este país de locos está quemando pastos al norte de Buenos Aires, que hoy estaba llena de humo. Sí chicos, en la foto no es que haya niebla londinense, es que toooda la ciudad está cubierta de un humo densísimo desde ayer, que llega desde 200 km! Justo justito por donde pasa la ruta 9, que es precisamente la que tenemos que coger mañana con el bus. Así que no sabemos si mañana cuando lleguemos a la terminal de micros (estación de autobuses) nos mandarán de vuelta a casa o, aún mejor, nos meterán en el bus y palante como los de Alicante hasta que lleguemos a un punto sin retorno. Ya veréis en mi espacio dentro de cuatro días: si veis fotos bonitas de cataratas y naturalezaaar es que llegamos, y si veis fotos así de carreteras feas y agua cayendo de una tubería, eso no es Iguazú nenas, eso es que nos quedamos a medio camino.
Pues nada chicos, continuará...

10 abril, 2008

pil campestre

Mis últimos avatares periodísticos me han llevado a...un campo de maíz y soja, tachán! Sí, yo que soy menos de campo que una alcantarilla de Manhatan, con mis vaqueros, mis bailarinas y mi wonderbra, atravesando campos por los que acababa de pasar la cosechadora con to el maíz levantado (me arañé un pie incluso). Fue muy divertido, corriendo detrás de las máquinas con un 4x4, agachándonos -César, el fotógrafo, y yo- para hacer planos con la cámara desde abajo mientras se aproximaba la máquina hacia nosotros... Me subí en tractores y camiones super altos para hacer tomas de cómo echaba la cosechadora el maíz en un camión a través de un tubo enorme, que escupía millones de pizcos que nos pegaban en la cara, por lo que tuve que agacharme subida justo en el enganche del remolque y grabar a ciegas sin mirar q había, o me quedaba tuerta! en una de estas una de las recogía soja, que iba escupiendo por detrás mientras recogía por delante, me atacó y me lanzó dos chinas a la cabeza y a la espalda, cómo picaba!
Hablé con el administrador sobre el conflicto del campo, que creo que os ha llegado algo por las noticias, porque hace una semana debido a los cortes de carreteras de los agricultores empezaron a quedarse las ciudades sin provisiones. Y parece que va para largo proque el Gobierno, que es un Gobierno arrogante y prepotente, no se va a sentar a dialogar con el campo, que les ha dado un mes de tregua. En fin, sigo con mi día bucólico y pastoril. Luego el chaval nos dio una vuelta por la "estancia", que es como se llama aquí donde los terratenientes plantan sus chaleses, y no veas, con aeródromo y todo, estuve a punto de pedirle el teléfono de alguno de los propietarios -son una familia, como en Herederos-, pero es q se llaman Grobocopatel de apellido y no podría darle un hijo. si saliera tartamudo nos sería capaz de decir ni su propio nombre el pobre, y yo traer criaturas al mundo como crueldad, pues no.
En resumen: acabé cubierta de tierra, maíz y soja de los pies a la cabeza, con la nariz un poco quemada y hecha polvo, ya que no comí hasta las 6 de la tarde. Porque no lo he contado, antes de ir al campo, César me llevó de paso al entrenemiento de Suecia y en Argentina de la copa Davis. Ahí estaba yo en el campo de "polvo de ladrillo" (tierra batida, y encima dicen q se descojonan de q digamos tierra batida) viendo a los suecos rubiacos mientras los fotógrafos me hacían ojitos.
Bueno, y qué pensáis que hice cuando llegué del campo? Tirarme en el sillón? No señores, me duché en dos minutos, me puse una mini y unos tacones, me pinté la raya del ojo y me fui a la presentación oficial de la delegada de Efe en Buenos Aires, Mar Marín. Y eso con los pizcos de maíz todavía en el pelo! Si es que soy divina.
Además de todo, me ha salido un artículo creo que bastante decente y que ha sido mi bautismo en la complicadísima política argentina que hasta ahora no he olido ni de lejos en lo que a lo profesional se refiere. Ni creo que vuelva a hacerlo demasiado...pero ésta me la han publicado firmada en El Economista, quién me lo iba a decir, yo que de economía te digo qué es el el Ibex35 y poco más.

Por cierto: ya tengo vuelo a España! Me tenéis allí de vuelta del 14 al 30 de agosto, con parada en Zamora, Jaén, por supuesto Cádiz -necesito información sobre la fecha del Carranza- y quién sabe cuántas paradas a 1.000 km a la redonda.

03 abril, 2008

al sur del sur

Si aprendí algo en Efe es a ser (muy) breve, así que no me enrollaré demasiado con detalles del viaje. De hecho, no necesito mucho más que decir IMPRESIONANTE y remitiros a las fotos, que están en el espacio, pero haremos un esfuerzo ya que intentamos dedicarnos al arduo oficio de escribir.
Comenzando por el comienzo, lo primero que me impactó fue el vuelo desde Buenos Aires a El Calafate (suroeste, a unos 2.000 km de la capital). Fueron horas sobrevolando extensiones de...nada. Los cursis dirían de la nada más absoluta, pero la nada no puede ser absoluta o relativa así que yo no lo digo. Aunque si tuviera que emplear esta expresión en alguna ocasión, sin duda lo haría para describir el paisaje desolador e isolador de la mayor parte de la Patagonia argentina: la nada más absoluta.

El Calafate: glaciares.
DÍA 1: Vuelo a El Calafate y tarde libre en el pueblo.
DÍA 2: Navegación por el glaciar Perito Moreno. Paseo por las pasarelas frente al glaciar con vistas panorámicas.
DÍA 3: Navegación por el Lago Argentino. Descenso en el valle frente al glaciar Onelli y navegación frente a los glaciares Upsala y Spegazzini.
El Calafate es un pueblito del que impresiona precisamente que alguien pueda vivir en medio de toda esa nada. Ni siquiera Internet llega bien pero...cómo iban a cruzar los muñequitos del messenger tantas hectáreas de matorral y tierra?? Al final tuvimos hasta nuestro pequeño rincón en el restaurante La Vaca Atada, donde las tres noches nos atendió el mismo camarero argentino con mucha pachorra pero simpático (creo que quería ligar con mi madre).
Los calafateños tienen la suerte de encontrarse a 80 kilómetros de los glaciares, que son un lugar de ensueño, por muy cursi-waltdisney que suene, porque lo cierto es que ver aparecer el glaciar Perito Moreno -el más famoso- tras girar una bahía o navegar entre témpanos de hielo azul eléctrico es casi como un sueño surrealista. El hielo no es azulado, o un poco azul, es totalmente azul, que es el único color que no absorbe la luz del sol. Y el agua es turquesa, de un turquesa lechoso cuando está nublado y brillante cuando hace sol. Un paisaje difícil de imaginar.
Yo, que no soy muy de naturaleza, me quedé totalmente impresionada. No se puede describir la sensación de ser parte de algo tan grande...o de navegar hacia los glaciares en la proa del catamarán con el gorro calado y la bufanda y sintiendo el viento por la rendija que queda al descubierto... Porque en la navegación nos hizo un día fantástico: incluso tomamos el sol en el barco! Entre tanto, mi madre y yo nos dedicamos a perseguir por el barco a un francés guapísimo pa hacerle fotos para Fa y Gema. no todo va aser grandiosidaddd y naturalezaarrr. Al final se coscó y se enfadó un poco!

Ushuaia: los Andes y el fin del mundo.
DÍA 1: Llegada a Ushuaia y tarde libre (lluvia, lluvia, lluvia y documentales del National Geographic).
DÍA 2: Visita al Parque Nacional de Tierra del Fuego con trayecto en el "tren del fin del mundo" // Navegación por el canal de Beagle para ver leones marinos y pingüinos.
DÍA 3: Visita al lago Fagnano, en los Andes, y degustación de cordero patagónico.

Bueeeno a ver. Si digo "Ushuaia es como Cazorla" se me va a escandalizar el palco, así que vamos a intentar explicarlo. El Parque Nacional Tierra de Fuego y los Andes son una maravilla, pero no es nada a lo que no estemos acostumbrados a ver en nuestras Alpujarras o Pirineos -y por ende en Cazorla, le pese a quien le pese-. El paisaje otoñal, con las lengas y los ñires (árboles autóctonos) tiñéndose de rojo, precioso. Los argentinos flipaban en colores, a mi madre y a mí nos gustaba.
De Ushuaia me llevo más curiosidades que sensaciones, la verdad. Es la ciudad más austral del mundo, y tiene su gracia saber que más abajo de donde estás no hay nada...salvo "la nada más absoluta". De ahí mi ilusión al pasar por el llamda "faro del fin del mundo", cuyo verdadero nombre es Les Eclaieurs.
Por eso sería que para conseguir que los argentinos se mudaran allí y reivindicar la soberanía sobre el territorio, pusieron una cárcel cuyos presos pasaban los inviernos recorriendo en un tren al aire libre los montes del parque para talar los árboles cuyos tocones aún se ven por todas partes. Lo contaban con demasiada alegría, la verdad, y a mí se me congelaron los pies como buena empática que soy cuando me imaginaba sus viajes apenas con sus uniformes de preso.
Los ushuaios (fueguinos, en realidad, no sé qué es más gracioso) odian a los castores y los conejos, introducidos desde Europa para comenzar una industria peletera que nunca funcionó y que ahora está alterando el paisaje de la zona.
Por cierto, los leones marinos rugen como los de la selva!
La anécdota naval de Ushuaia fue que en el barco con el que recorrimos el canal de Beagle -que une los océanos Atlántico y Pacífico- se nos sentó al lado un chino de 20 años con los dientes cada uno por su lado y empezó a contarnos que su padle tenía un supelmelcado de complal balato (lo juro, juro que hablaba así), y mi madre, ni corta ni perezosa, le suelta: "anda, si hablas como los chinos, dices balato balato!!". Y el chino se reía con su aparato que es imposible que le arregle los dientes ni en un millón de años, el pobre.
Lo mejor del viaje, además de la gracia de que mi madre vaya de los Apeninos a los Andes como la madre de Marco (os recuerdo que mi hermana vive en Italia, somos una familia internashional), ha sido lo bien que me lo he pasado con ella. Nos hemos reído, hemos hablado del sistema métrico y de los hombres y de la falsa moral, hemos escuchado música en el mp3, hemos hecho 711 fotos entre las dos y en definitiva hemos disfrutado estos seis días al sur del sur.
Por cierto, he colgado unos cuantos vídeos de la navegación de Ushuaia en YouTube. De los glaciares no porque no me acordaba de que la cámara también servía para eso. A ver, no puedo estar en todo! Para verlos buscad "pillary viaje". Recordad que no soy Espílber!