28 noviembre, 2008

un año aguantándome!

Transoceánica cumple un año! Y parece que fue ayer cuando escribía aquello tan melancólico de la caja con mis recuerdos, que no sabía si llevármela o no a Argentina (y que tuvo su primer comentario de Andrea)... Al final se quedó en Jaén y los recuerdos de este año ya nos están en ninguna caja, me los voy encontrando por la casa que hace mucha más ilusión.
En fin, lo único que tengo que decir es que gracias a los que me leyeron cuando contaba mis aventuras guayistas y viajes argentinos y a los que siguen pasando por aquí ahora que Miss Doña se apodera del teclado más a menudo de lo deseable. A lo mejor el año que viene es al revés que este: primera parte de muermo y segunda de viajera...

NOTA: Antesdeayer se hundió el suelo del Metro mientras yo posaba como modelo Cabaret en una cafetería, y me enteré de casualidad porque me llamó Fátima desde la tele preguntándome "Qué ha pasado??", a lo que yo, en la parra, contesté "Con Efrén?? Que se ha quedado con Soraya!!" Por cierto yo prefería a Virginia claramente! (los transoceánicos de verdad no entendéis esto, es un programa de buscar pareja de Telecinco súper empocionante, y nos os explico más para que veáis lo q es sufrir, que yo volví a España justo después de la final de Fama y no entendía por qué la gente bailaba tan raro en las discotecas)

25 noviembre, 2008

meteorología

La mafia es la organización terrorista que más muertes ha provocado en los últimos 30 años, con 4.000 asesinatos.
Cada año factura 150.000 millones de euros que después se invierten en negocios legales.
La Scampia es el mayor "centro comercial abierto" de tráfico de droga del mundo, y genera unas ganancias de 500.000 euros diarios a la Camorra.
La "eliminación" de residuos tóxicos de manera irregular gestionada por la Camorra ha provocado que se eleve un 20 % el número de casos de cáncer en la zona.

LA CAMORRA HA INVERTIDO EN ACCIONES PARA LA RECONSTRUCCIÓN DE LAS TORRES GEMELAS.

Más o menos, es lo que dicen los créditos finales de "Gomorra", que es un coñazo de película si no fuera por los últimos 15 minutos y por estos datos. No le hace justicia a un escritor que ahora anda escondido y bastante acojonado (no se molesta en disimularlo) por la amenaza de muerte de la Camorra tras revelar sus entresijos en el libro que da título a la película.
Ya sospechamos todos cómo funciona el mundo, pero un tío así de valiente se merece que la gente compra su libro. Así que en lugar de echar dinero en la hucha del Domund, invertámoslo en "Gomorra". Hace el efecto contrario, ya que con lo primero te lavas la conciencia y con lo segundo te la llenas de nubarrones negros. Pero es el tiempo que hace, depende de nosotros si queremos quedarnos en nuestro Matrix particular pensando que ahí fuera hace sol: de momento ya hay alguien que se ha atrevido a abrir la boca y decirnos que abramos las ventanas.

19 noviembre, 2008

groupies

Ayer fue una de esas noches que sales de casualidad y luego acabas rememorando en muchas borracheras. Ya me hacía falta una!
Todo empieza porque veo en el tuenti de un amigo que un conocido da un concierto en la sala malandar, y luego un colega del trabajo me manda un email diciéndome que hay un concierto en la sala malandar de un grupo neoyorquino de "pop exquisito" (para los que actúan como teloneros los primeros de la parte contratante). Como yo tenía ganas de sentirme moderna y el nombre del grupo, The Ladybug Transistors, parecía prestarse, agarré a una de mis más fieles compañeras para este tipo de eventos, Ag -sin prejuicio a Pirmejorsocia- y allí que llegamos las dos una hora antes del concierto cuando no habían llegado ni los de la banda. Tras una cerveza en un bar con una iguana hibernando sobre una barra fluorescente y bajo un "ojo! cristal roto", volvimos a la sala y entramos las primeras (bueno, después de dos chavales gafapastas con comics en la mano).
Lo mejor de todo es que los teloneros, que se llaman Mañana y se han formado en Sevilla, nos engancharon desde la primera canción, y luego los Ladybug estuvieron apoteósicos, así que nos merecieron la pena los 15 euros de la entrada.
Aunque en realidad lo mejor de todo vino después, cuando me acerqué al teclista -que había terminado el concierto de una canción de los Brincos que decía "no me fiaba de ti, y te miré el pasapourte" en español chapurrero- y le dije q mi amiga estaba in love with him y que lo suyo era el destino que los había unido. El tío nos siguió la broma, pero en cuanto nos dimos la vuelta para pedir una copa...huyó!! O sea, que nos sentimos un poco fans chungas de Bisbal, aunque se nos pasó pronto porque al final nos quedamos toda la noche con el batería, al que le dijimos directamente que nos había encantado el concierto aunque habíamos ido de casualidad y por hacernos las modernas. Con él discutimos sobre Obama y las elecciones americanas hasta que pensamos que quizás era un tema demasiado profundo y decidimos hablar sobre el color azul, le explicamos dónde estaba Cádiz con un croquis hecho con un paquete de Nobel, otro de Lucky y una moneda de cuarto de dólar y, lo más importante, asistimos al momento histórico de unión entre la música pop y el golf profesional. Basta con explicar los presentes en este hecho clave de la trayectoria del ser humano: en la barra, el batería de la gorra y las groupies -Ag y yo-, y bailando moderneces, los componentes de la banda (el teclista que canta Los Brincos y no deja de repetirle a Ag que su amor será eterno, el cantante con peinado pseudo Anasagasti pero tó buena gente, la bajista personaja, Isobel de la trompeta y el lazo en la cabeza y Maikol, que no cabía en el escenario), cuatro viejunos que estaban en Sevilla en un torneo de golf profesional y dos típicas cuarentonas del cinturón de El Caballo buscando braguetazo (una de las cuales me había pedido la silla al principio de la noche porque estaba cansadísima. Al final no sé cómo acabé contándole al cantante que tengo cucarachas en casa mientras nos acompañaban hasta la alameda y nos despedimos diciéndoles que estábamos encantadas de ser sus groupies.
Esta tarde cuelgo algún vídeo del grupo!

14 noviembre, 2008

luz


Iba caminando por una calle con adoquines como muchas otras, con el estómago más vacío que lleno.
Las luces de la calle se apagaron. A su izquierda, las ventantas de la torre brillaban en verde.
Esto que estás oyendo ya no soy yo...
Se sintió libre. Las ventanas cambiaron al rosa. Se volvió a encender la farola que tenía delante, luego la de detrás. Pudo mirar durante unos segundos la única farola que quedaba quieta, justo encima suyo, hasta que la bombilla volvió a funcionar.
Siempre se sintió más cómoda con las incertidumbres, aunque siempre persiguió las certezas.
Y pensó que, en realidad, sólo quien tiene alguna certeza escondida no teme a las calles oscuras.

07 noviembre, 2008

felicidades...y gracias

gracias, gracias, gracias
quiero agradecer a quien corresponda
y a nosotros dos el premio a la audacia
por entrar al mar por la parte más honda...

(Quería regalar esta canción pero no tenía videoclip)