14 noviembre, 2008

luz


Iba caminando por una calle con adoquines como muchas otras, con el estómago más vacío que lleno.
Las luces de la calle se apagaron. A su izquierda, las ventantas de la torre brillaban en verde.
Esto que estás oyendo ya no soy yo...
Se sintió libre. Las ventanas cambiaron al rosa. Se volvió a encender la farola que tenía delante, luego la de detrás. Pudo mirar durante unos segundos la única farola que quedaba quieta, justo encima suyo, hasta que la bombilla volvió a funcionar.
Siempre se sintió más cómoda con las incertidumbres, aunque siempre persiguió las certezas.
Y pensó que, en realidad, sólo quien tiene alguna certeza escondida no teme a las calles oscuras.

4 comentarios:

Jazziturno dijo...

¡Oh!

¿Por qué tienes un reloj con la hora de Buenos Aires, y otro con la hora de Sevilla?

Tengo exáctamente lo mismo en el móvil, la hora de esas dos ciudades.

Soy de Sevilla y en unos meses me iré una temporada a Buenos Aires.

¡Un saludo enorme!

Anónimo dijo...

OLA?!
Y ESE NUEVO AMIGO Q T A SALIO???
JAJAJAJAJAJAJAJA

PIR

Pillary dijo...

No sé cómo me hbará encontrado!
jazziturno, he estado unos meses viviendo en buenos aires, así que si necesitas información de cualquier tipo no dudes en pedírmela!
que hay que ser buenos con la gente, pir.
muakkk

Anónimo dijo...

claaaaaaaaaaaaaro tiiiiiiaa!!!
jazziturno es nuestro NUEVO MEJOR AMIGO EN EL BLOG!
pirbu tb t da la bienvenida al blog, jazziturno!!!!jajajajajajaja!!!!