03 febrero, 2009

utopifobia

CONCLUSIONES DEL FORO DE DAVOS (Reunión de superbanqueros forrados proglobalización o, más bien, pro autoforramiento de pasta): La cosa está malita STOP Gente cabreada STOP Obama mola mucho, posible Segundo Advenimiento de Cristo STOP Convencer gobiernos de flexibilidad laboral STOP Comenzamos campaña para ciudadanos accedan sufragar nuestras ganancias
CONCLUSIONES DEL FORO SOCIAL MUNDIAL (Reunión de tó quisqui que se declare antiglobalización y se entere de que exista el foro, con notable afluencia de jipis tipo "y el plus pal salón!"): La cosa está malita STOP Capitalistas malos STOP Sistema malo STOP Otro mundo es posible STOP Love is in the air STOP Viva la igualdad

La verdad verdadera es que no tengo en mis manos las conclusiones exactas de cada uno de los foros, pero son las ideas que se le quedan a cualquiera que lo haya seguido un poco en la prensa (si lee Público, porque si lee otro diario sólo habrá leído artículos sobre Davos): los ultraforrados han acabado medio llorando y convocando terapias colectivas en lo que antes eran fiestas de postín y trajes de Dior, rogando un poco de vista gorda con los despidos; y los del FSM se han pasado una semana, por un lado, viendo lo pintorescos que son los indígenas bailando sus congas y danzas bantúes, y por otro, aclamando a Chávez, Evo and company al tiempo que se declaran antipolíticos y antiglobalización. En resumen, esto es un cachondeo.
Habrá quien me considere demasiado crítica con el FSM, pero es que lo que no voy a hacer es ponerme a criticar a los de Davos. ¿Qué esperábamos, que el presidente del FMI diera una rueda de prensa diciendo que se posiciona a favor de la nacionalización de los bancos y del gravamen de los movimientos de capitales? Si uno se declara altermundista, es decir, si quiere vivir en un mundo diferente, no debería limitarse a decir: "Otro mundo es posible", sino a estrujarse la cabeza y pensar soluciones. Lo que pasa es que hoy hay terror a crear nuevas utopías. Mucho "No globalización", "Bush malo", "Wall Street culpable" y poco eslógan concreto, poco "Tasa Tobin YA" o "Si pagamos a los banqueros, decidimos su sueldo". Para eso van economistas y políticos presuntamente independientes: que diseñen un plan, que propongan alternativas concretas y justificadas, que creen una estrategia de comunicación en condiciones que les permita salir de su endogamia, ya que sólo les hacen caso un par de periódicos y los mismos internautas de siempre.
Porque quien se propone cambiar el mundo, debería empezar por marcarse metas imposibles.

1 comentario:

Sosiegas dijo...

Perdona que te comente pasado tanto tiempo, pero es que conozco tu blog desde hace muy poco y lo voy leyendo ahora cuando puedo.

El análisis que haces es bastante acertado, quizás sin quererlo pareces aquel Marx que criticaba a los socialistas utópicos por no pararse a pensar profundamente el funcionamiento del mundo y su alternativa (de ahí lo de socialismo "científico").

El resumen en telegrama que haces suena tópico pero no por ello deja de ser incierto, además de gracioso.

Un saludo.