09 enero, 2010

ganando tiempo

Hoy quería empezar a trabajar, y como trabajar en lo mío sigue sin ser lo mío -llamémoslo pereza, miedo escénico, sueño; por hoy obviaremos el autopsicoanálisis- me ha dado por pensar. Y he pensado dos cosas.
En primer lugar, me he dado cuenta de lo difícil que es escribir cuando uno está razonablemente feliz y tranquilo. Echo la vista atrás, a las diatribas y parrafadas que soltaba el año pasado en pleno apogeo de mi mala leche, y me pregunto si me han dejado de importar las cosas o es que para ser "escritor" hay que estar amargado, como en dice el tópico. Lo reflexiono un rato y decido que en parte el tópico es cierto, pero otro que me viene mejor (oh, libertad de elección, maravilloso don): "la escritura es un bálsamo". Lo dicen muchos escritores, en su mayoría escritores o chungos o que se les dan fatal las entrevistas y no saben qué decir, y suena falso pero es bastante cierto. Cuando uno no tiene nada a lo que agarrarse, siempre hay un papel -una pantalla- en blanco. A mí escribir me ha salvado muchas veces.
Y sin embargo aquí estoy, dándole la espalda al papel en blanco. Ni siquiera un post sobre el frío que hace, que es la conversación del momento (sí, chicos, quizás no os lo imaginabais pero en Escocia hace un frío del carajo).
Esto me lleva a mi segunda conclusión del día, y es que también he escurrido el bulto del mundo. Llevo meses sin tocar un periódico. Bueno, un día entré en El País y leí sobre las últimas andadas de los amiguitos de la SGAE y me entró tal mala leche que decidí escribir un post que luego nunca escribí poeque me estaba dedicando a mis cosas. Hoy entro y veo que han asesinado a un periodista en México. Que Telecinco y Cuatro se van a fusionar. Más leña sobre el tema de las páginas web que hacen perder dinero a los amiguitos de la SGAE. Atentados frustrados. Y un largo etcétera de chorradas varias como Mariah Carey reconociendo que fue a recoger un premio borracha.
Y recuerdo mi objetivo, lo que prometí este verano a mucha gente: contar cosas diferentes. Y me pongo colorada y empiezo, aunque me paso antes por aquí para espantar un poco el miedo escénico. Se me ha acabado el post, así que allá voy.

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