18 marzo, 2009

rr.pp.

Ayer, que si protegemos más a los linces que a los niños (qué calamidad, qué calamidad, soy un lince en cautividad, que cantaba un bardo en la oficina). Hoy el Papa dice que el preservativo empeora el problema del sida y que la solución es tener relaciones moralmente sanas. El progrerío se frota las manos, ohmaigod pero estos qué dicen, braman con sonrisilla complaciente: "¡ya tenemos tema para hoy!". A los que no somos del progrerío, pero casi, nos da un repelús cuando lo leemos y pensamos que hasta nos cae bien Dan Brown y su bromilla de petar el Vaticano con tropecientos kilos de antimateria, aunque el pobre oiga campanas y no sepa de dónde y encima se las dé de superdocumentado.
Pero una vez pasado el repelús, me pregunto: ¿y si no les hiciéramos ni puñetero caso? ¿Y si las continuas sandeces, atrocidades, barbaridades, estupideces, sinsentidos o -llamémoslas así cariñosamente para abreviar- auténticas gilipolleces que dicen Rouco, Ratzinger y todos esos falsos célibes se las metieran por donde están ya acostumbrados a meterse otras cosas? ¿Y si el Papa nunca más volviera a ocupar una portada, y la información religiosa estuviera relegada a ese suplemento rancio de Alfa&Omega que regala ABC?
Sólo por probar, a lo mejor si nadie, absolutamente nadie le hiciera ni puto caso, llegaría un día que quizás Ratzinger no podría, o no le interesaría, irse a predicarles a los negritos del África, que como son tonticos porque son de una raza inferior, a lo mejor se tragan lo del preservativo, que parece que en Occidente no cuela ya. De nada sirve una campaña de relaciones públicas si no llega al receptor. Lo malo es que puede que ese receptor necesite el discurso del Santo Padre para justificarse...¿qué fue antes, el huevo o la gallina?

6 comentarios:

MaríaT dijo...

Tienes más razón que una de las santas que tanto publicitan los de la pandi esa!!!!!!!

Anónimo dijo...

SALVAJEEEEEEEEEE!!!!!!!
Andrea

Jartible dijo...

El caso, Pilar, es que existe mucha gente, muchísima, que le hace más caso al Papado, que a cualquier chufla del progrerío y pijerío político y "moral" de los que campean por el mudo; ésos de los que nos prometen el paraíso en la tierra, sólo para sacarnos el dinero que les mantenga en la poltrona. De tu comentarios subyace una suerte de interés por negarle la facultad, siquiera, de opinar a millones de personas, y creo que no has querido decir lo que has dicho, pero te ha salido así: cosas de progres, o casi progres...

P.S: los que tratan como "tontos de raza inferior" a los negritos de África, a los que por cierto sólo les ayudan congregaciones católicas, son los dueños de multinacionales de la farmacia y gobiernos occidentales, orientales, horizontales y verticales que no LIBERALIZAN las patentes de los fármacos que atemperan los síntomas del SIDA. A África, no llegan medicamentos; seguramente la culpa será de Monseñor Rouco Varela Y S.S Benedicto XVI.

Con cariño, y sin acritud: PERI!!!

Pillary dijo...

Pero ¿qué opinaríais si ese progrerío y pijerío se fuera a África o a la Conchinchina a prometerles a ellos las mismas tonterías que a nosotros? ¿No opinaríais que no viene a cuento o que, como mucho, no deberían de darle publicidad a los medios? Cada uno es libre de tener su opinión, por supuesto, pero en un Estado pretendidamente laico la Iglesia no puede erigirse como un poder más.
Y la culpa del SIDA está claro que la tienen sobre todo las farmacéuticas, ese es otro tema que trataremos otro día, pero no me negaréis que S.S. no dijo una barbaridad como una catedral de grande.
Muchos besos para la feliz pareja :)

Jartible dijo...

¿Qué tiene que ver que un estado sea laico - que por cierto España no lo es; en todo caso aconfesional, pero no laico - con que se tenga publicidad en los medios?. ¿Poder de la Iglesia? Obviamente esto se presta a opiniones, pero en lo que a mí respecta, prefiero el pensamineto de la doctrina social de la Iglesia, que tiene mucho de sentido común, a otras "vías" salvadoras de contribuyentes.
La Iglesia puede, y debe, en una sociedad democrática tener voz propia, igual que la tiene cualesquiera otros colectivos del más variado pelaje. Si su voz se alza contra cuestiones que chocan frontalmente con la doctrina, es obvio que la maquinaria "progre", "regre" e "hiprogrita" se engrase con manifestaciones como ésas. Si la las iglesias están vacías, si ya la gentes pasa de la religión, si los católicos somos bichos raros de los que ya nadie quiere saber nada, si estamos anticuados: ¿por qué se tiene tanta obsesión con la Iglesia? ¿Qué más da si se dan opiniones por los obispos o los fieles, si, total, nadie les va a hacer caso? Yo, modesdamente, creo que tengo la respuesta: pensamiento único y miedo a una sociedad libre. (He dicho).

Jartible dijo...

Ah, y muchas gracias por tus deseos de felicidad esponsal. A ver si la próxima vez que vengas a casa discutimos estos temas con unas copitas...Besitos!!!